DÍA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Introducción
«La violencia contra las mujeres y las niñas presenta muy diversas formas y afecta a muchas personas en todo el mundo. [...] En este Día Internacional, insto a los gobiernos y asociados en todo el mundo a que aprovechen la energía, las ideas y el dinamismo de los jóvenes para ayudarnos a poner fin a esta pandemia de violencia. Solo entonces viviremos en un mundo más justo, pacífico y equitativo».
Mensaje del Secretario General en el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Nueva York, 25 de noviembre de 2011
El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General ha declarado el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y ha invitado a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.
Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).
El 20 de diciembre de 1993, la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer
LEVANTARSE, SIGNO DE EMPODERAMIENTO DE LA MUJER
Canto inicial: Voz de Mujer
Lectura Mc 5, 38-43
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver el alboroto y la gente que lloraba y gritaba, entró y les dijo ¿Por qué hacen tanto ruido y lloran de esta manera? La niña no está muerta, está dormida. La gente ser rió de Jesús, pero él los hizo salir a todos, y tomando al padre, la madre y a los que lo acompañaban, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: “Talita, cum” que significa Muchacha, a ti te digo, levántate. Al momento, la muchacha que tenía doce años, se levantó y echó a andar. Y la gente quedó muy admirada. Pero, Jesús ordenó severamente que no se lo contaran a nadie y luego mandó que dieran de comer a la niña.
Comentario: leer por las/os asistentes
En un contexto histórico en que la mujer era marginada y maltratada en la organización y convivencia social, Jesús rompió todos los esquemas y trajo la buena nueva para todos; decididamente estaba de parte de los marginados y la mujer era parte de ellos.
En este relato, no asigna ninguna importancia a los hechos que era mujer, que tenía muy pocos años, que pertenecía a una familia judía, que su padre era autoridad y que Él tendría que desobedecer las costumbres y tocar a un muerto. Sólo reconoció la fe del padre llamado Jairo, que, al ver a Jesús, se echó a sus pies suplicándole con insistencia, y que por creer en Él, le pedía visitara a su hija enferma en casa y que luego recibe la noticia que había muerto.
Fue una clara demostración del mensaje de Jesús que, en ese tiempo y ahora, sigue llamándonos a sentir y vivir la igualdad, la dignidad, la fraternidad y la solidaridad entre toda clase de personas. Su frase “mujer levántate” es potente y es la fuerza que infunde valor, reconocimiento y esperanza a las abusadas, perseguidas, exiliadas, agredidas, migrantes, cesantes, infértiles, encarceladas, juzgadas públicamente por sus errores o delitos, traficadas, explotadas, vendidas, esclavizadas, discriminadas por gordas, por su lugar de nacimiento, por su linaje de pueblo originario o por su ignorancia.
“Mujer levántate” es el mensaje y voz de la esperanza, aún cuando se sienta que ya no hay esperanzas. Es el camino a la misericordia y a la justicia. Es lo que hace que las internas de una cárcel se arrepientan y dejen atrás su pasado de encierro y de grandes carencias físicas y emocionales para salir a luchar por ellas, por sus hijos y por sus familias. Es el aliento que lleva a migrar a las mujeres, criar y educar sus hijos en soledad y a pesar de la miseria, del enorme riesgo y de las tentaciones.
Reflexionemos:
¿Ha escuchado la voz de Jesús diciéndole “A ti te digo, levántate”?
A pesar de la legislación existente, los medios de comunicación social y el marketing siguen ejerciendo violencia utilizando diversas imágenes de mujeres y niños como mercancías y objetos de deseo y placer, con el único propósito de aumentar la tasa de rentabilidad económica de las empresas. En este contexto ¿seguimos apostando y creyendo que es posible vivir libre de violencia por razones de género y edad?
¿Cómo vida Religiosa cuál es nuestro compromiso para llevar el mensaje de Jesús a tantas mujeres, excluidas, oprimidas por la violencia... “A ti te digo, levántate”?
Oración final: Padrenuestro
Convivencia: Compartimos un abrazo de paz.
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