A todos los Misioneros del Vicariato de Aguarico
A los Catequistas, Animadores y Servidores de la Comunidad Cristiana
A los miembros de los Grupos Parroquiales y de los Movimientos Apostólicos
A todos los católicos que participan en las celebraciones religiosas
A todos los bautizados que con cariño se sienten católicos y a quienes, aunque estén alejados de la Iglesia, están cercanos a Dios Padre, al Señor Jesús y a su Santa Madre con la fuerza del Espíritu del Señor.
Paz y bien con todos ustedes, miembros de la Iglesia Católica en nuestra Provincia de Orellana y Vicariato apostólico de Aguarico.
En esta semana que ha terminado hemos sido testigos de dos situaciones graves en nuestro Pueblo de Orellana y en nuestra Iglesia Católica; el recrudecimiento de la violencia y el abuso de funciones sagradas por algunos señores apartados expresamente de la Iglesia Católica.
Ante el recrudecimiento de la violencia que está llevando a sufrir asaltos, robos e incluso muertes en nuestra sociedad, todos nosotros debemos ser conscientes de que podemos y debemos contribuir a que cambie la situación. Las autoridades policiales y judiciales, junto con la Fiscalía y la Gobernación tienen una responsabilidad más directa para poner al servicio de la sociedad civil todos los medios para proteger a la población; pero también cada uno de nosotros deberemos apoyar este esfuerzo de las autoridades y servicios de orden, denunciando convenientemente los abusos y ayudando al cumplimiento responsable de las exigencias legales. Oremos al Dios de la Paz que nos ayude a superar prontamente esta situación.
Ante las consultas recibidas de diferentes personas sobre unas supuestas misas presididas por personas que se dicen sacerdote y diácono debo decir: que el Sr. Gonzalo Maldonado fue sacerdote católico y trabajó como tal en esta Iglesia. Solicitó hace unos años dejar el sacerdocio y formó una familia quedando reducido al estado laical. El Sr. Darwin Eugenio no ha sido ordenado como diácono por ningún obispo católico.
Con su última actuación ambos se han colocado públicamente fuera de la comunión con la Iglesia Católica, por lo que deben saber ustedes que los presuntos actos litúrgicos, bautizos y otros sacramentos que estos señores realizan no son actos de la Iglesia católica, no tienen ningún valor dentro de la Iglesia católica, ni son válidos para los católicos.
Nosotros, como católicos, somos respetuosos con quienes profesan otro credo; pero debemos también exigir que se nos respete en nuestra fe y en nuestro culto religioso. No nos dejemos engañar por quienes se nos presentan como iguales creando confusión. Ustedes conocen a sus sacerdotes y misioneros, confíen en ellos, dialoguen con ellos y sepan defender siempre su Iglesia Católica de la que ustedes son miembros vivos y responsables. El Padre Dios y Santa María, Madre de la Iglesia, bendigan nuestra iglesia y nos ayuden a ser siempre fieles a ella.
Francisco de Orellana – COCA, 26 de noviembre de 2009
+ Jesús Esteban Sádaba, capuchino
Obispo – Vicario apostólico de Aguarico
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