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Carta del Ministro provincial

por la fiesta de San Francisco

“Por nosotros se ha hecho camino”

 

A todos los hermanos

con motivo de la celebración de San Francisco

 

Madrid, 1 de octubre de 2013

Queridos hermanos: Paz y Bien

Hace pocos días entré en el archivo provincial de Castilla y me fijé en una lámina enmarcada y colgada en la pared que lleva este título: Relación de la venida de nuestro padre San Francisco en España y de los conventos que fundó en ella.

El escrito comienza con estas palabras: “En el año del Señor de mil doscientos y catorce, del pontificado de Inocencio III año séptimo, del imperio de Federico II año cuarto, del reinado de Don Alfonso el IX , Rey de Castilla, año cincuenta y tres, de nuestra Seráfica Religión año séptimo vino nuestro gran patriarca San Francisco á visitar el sepulcro del glorioso apóstol Santiago (como lo afirman nuestro gran Doctor San Buenaventura, San Antonino de Florencia, Fr. Francisco Gonzaga, Mariano Florentino, Fr. Lucas Uvadingo y otros). Hizo su camino desde Italia por Francia y entró en el Reino de Castilla hasta llegar a la ciudad de Logroño…”.

En el 2014 celebraremos el VIII aniversario de la peregrinación de Francisco a Santiago de Compostela, lo cual nos permite a tomar conciencia de nuestro ser “peregrinos y forasteros en este mundo” (RB 6,2) y volver a reflexionar sobre este aspecto de nuestra vida para ayudarnos en la construcción provincial. (De hecho, el tema de la “itinerancia” en la fraternidad provincial, la disponibilidad, el pasar las fronteras de las antiguas Provincias, ha aparecido en los diálogos de la pasada reunión de guardianes y en la tertulia con los hermanos “mayores de 70” que han participado en el curso de El Pardo).

Como seres humanos, por un lado, nos damos cuenta de que necesitamos echar raíces pues sin ellas no sólo no crecemos, sino que perecemos. Por otro lado, vemos que también somos seres en camino, en movimiento, en tránsito continuo.

El camino es uno de los grandes símbolos de la vida humana. En su recorrido emprendemos tanto un éxodo como un éxtasis. El éxodo (“salir en camino”) suscita la idea de riesgo y extrañamiento ante lo incierto y desconocido; el éxtasis (“ser sacado de donde uno está”) evoca sorpresa ante lo que irrumpe inesperadamente. Tanto el uno como el otro permiten abrirnos a nuevas perspectivas. No tenemos más que volver nuestra mirada a la Palabra de Dios para reconocer que el Pueblo de Israel en el exilio de Babilonia se hizo más cosmopolita y se abrió a un Dios más universal, pasando antes por el duelo de la pérdida de lo que habían dejado y por el extrañamiento del encuentro con lo nuevo y lo distinto.

Cuando reflexionamos sobre nuestra vocación y nuestra misión nos damos cuenta de que, si queremos hacer vida la intuición de Francisco, tenemos que volver sobre la persona de Jesús. Francisco es un hombre que sigue el camino de Jesucristo. También Santa Clara nos recuerda que “Jesucristo por nosotros se ha hecho camino” (TestCl 5). Él es el camino a seguir.

Desde la reflexión que hizo la Orden en el VII CPO se nos recuerda que “nuestra verdadera vocación está basada en el seguimiento de Cristo y de los apóstoles que han renunciado a todo derecho sobre cualquier lugar para proclamar por todas partes generosa y libremente el Reino de Dios (Mt 8, 20; Lc 9,58)”. Pero también se nos advierte de que “la inmovilidad de algunos de nuestros hermanos compromete en su base nuestra vocación y misión en la Iglesia y en el mundo. El concepto de inmovilismo no es solamente físico. Un inmovilismo más radical se encuentra en los ámbitos de pensamiento y de valoración, que con frecuencia se convierten en obstáculos para la verdadera conversión…” (VII CPO Prop. 24).

A veces en la reuniones provinciales dedicamos mucho tiempo a hablar de las estructuras, de las casas, conventos... Pero hay estructuras personales, interiores, que son más difíciles de cambiar; hay estructuras de cabeza, estructuras de corazón, estructuras de relación y estructuras organizativas.

Una de las cuestiones que más interés despierta o más tiempo nos lleva en nuestras programaciones, reuniones, revisiones, es la de “cómo sobrevivir”. Sin embargo creo que lo que realmente cuenta es “cómo vivir”. Por eso creo que la celebración de la fiesta de san Francisco es un buen momento para retomar el entusiasmo y la alegría de nuestra vocación y forma de vida.

Hace pocos días en la reunión de la Comisión de Pastoral Juvenil y Vocacional surgió la idea de convocar a los hermanos para los días 9-10 de diciembre, previstos en el calendario provincial como días de asamblea provincial, para tratar el tema vocacional en la Provincia. Hay un deseo e interés por trabajar y crear en la Provincia una cultura vocacional. En esta dinámica necesitamos entrar todos y a cualquier edad y por eso es una invitación a todos los que queráis participar.

La primera Iglesia fue una Iglesia martirial, de testigos. Fueron personas que dieron la vida en relación a otra persona, Cristo. Nuestra tarea principal es “ser hombres de Dios”, centrar la vida en Dios y ayudar a que los demás centren su vida en Dios, estimulándoles a ir hacia el Señor, que por nosotros se ha hecho camino.

Un saludo de hermano

 

Benjamín Echeverría

ministro provincial

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