Quinto día (Jueves, 20 de agosto de 2009)
La creación a ritmo de huayno
La oración de la mañana estuvo animada por los hermanos de la Provincia de Perú. El cántico del Hermano Sol, a ritmo de huayno, nos pone en sintonía con el Dios de la vida al que le canta Francisco, incluso desde su lecho de muerte.
Esbozando el perfil del formador Capuchino
El Hno. Jesús García nos entrega un subsidio sobre el “Perfil afectivo del Formador Capuchino”, invitándonos a trabajar en grupos algunas preguntas, apoyados en el Documento de Aparecida en los números que tocan la Vida Consagrada (Cf. 5.3.5., 216-224); la Carta del Ministro General sobre la Formación Inicial: “Reavivemos la llama de nuestro carisma”; y, por último, la síntesis del día anterior que recogía la propia historia vocacional de los participantes.
1. Aspectos de mi propia historia personal: Afectada por el contexto familiar y social (heridas, padres, responsabilidades, autoridad…); las experiencias personales (temor, crítica, culpa…); y la utopía (primacía de Dios, libertad, entrega, corazón indiviso…).
2. Expresiones fraternas que me ayudan y/o me desaniman: La persona siempre al centro de las expresiones que animan (Interés, corrección, acompañamiento, compartir…) y desaniman (incomprensión, juicio, control, rivalidad…).
3. Tipo de acompañamiento personal vivido y necesitado: Entre los agentes de formación se encuentran: el especialista, el confesor, el hermano que escucha, el acompañante/director espiritual, el formador y el superior. Cada uno de ellos con roles diferenciados y definidos.
4. Motivaciones para ser Capuchino y formador: Como las motivaciones más usuales mencionadas por los hermanos para ser Capuchino tenemos: la figura de Francisco, la cercanía o testimonio de los hermanos y la experiencia del amor de Dios; en tanto que entre las motivaciones para ser formador se citan: El amor a la Orden, la obediencia y el compartir lo recibido.
Con los puntos precedentes como premisa, el esfuerzo grupal se enfocó en enumerar los valores esenciales en el formador. Ya nos podemos imaginar lo que pasó con la pizarra: faltó espacio para recoger todos los valores sugeridos por los mismos formadores. Pero el objetivo no era otro que, reconociendo la propia fragilidad y dando la debida importancia a la coherencia de vida, el formador viviera en actitud vigilante los múltiples valores que se desprenden del carisma.
Una mirada introspectiva que se convierte en acción de gracias
Por la tarde el acento del expositor nos remontó a un país lejano, pero a medida que se adentraba en el meollo del tema, los ejemplos de la vida diaria nos lo devolvían cercanamente “andino”: Hoy nos acompaña el P. Kevin Flaherty, sacerdote jesuita norteamericano con amplia trayectoria en el trabajo en centros marginales del Perú y dedicado a la consejería y acompañamiento de sacerdotes y religiosos, catedrático de la U. Antonio Ruiz de Montoya.
En la reflexión, el P. Kevin se ha propuesto ahondar las bases de la madurez personal como logros que se alcanzan en cada etapa de la vida desde la niñez a la vejez, destacando los principios generales presentes en la “Teoría evolutiva de la personalidad” de Erik H. Erikson. Señala que cada una de las ocho etapas representa una “crisis” que debe ser superada, para no correr el riesgo de postergar o arrastrar lo que cada etapa supone.
Los hermanos que por primera vez escuchan al P. Kevin han quedado satisfechos y muy expectantes de lo que serán sus exposiciones los próximos días.
Jesús nos habla otra vez en parábolas
La Eucaristía se nos presenta hoy como el gran Banquete al que Dios nos invita, habiéndonos regalado antes el traje de fiesta; momento para presentar al Señor los rostros de las personas que nos dieron afecto y calor a lo largo de nuestro proceso evolutivo; además de ser una invitación a ser partícipes de la misión en el cuidado y preocupación de los hermanos. Finalmente, el Hno. Mariano, nos motiva -a ejemplo de san Bernardo, abad- a irradiar la alegría de nuestra consagración para atraer a los jóvenes al seguimiento de Cristo.
No podemos terminar la crónica de hoy sin compartir con nuestros hermanos de Paraguay el triunfo del Cerro Porteño que acaba de clasificar a Octavos de la Sudamericana… Como vemos, ¡hay muchos motivos para estar alegres!
Vicente Quisrumbay y Carlos Piccone
Comentarios potenciados por CComment